EN ENERO POR EL EBRO

WESTCARP EN EL EBRO

   Allí nos fuimos los tres Javi Cuadrado, Zlatko y yo; Oscar Borrego.

   Para Javi seria su primera salida de pesca y depositaba su confianza en nosotros para poder disfrutar al máximo de la sesión y conseguir sacar algún buen pez que le diera su record personal, para Zlatko y para mí era un nuevo reto en esas aguas en las que coleccionamos ya muchas sesiones, pero en las que siempre se nos han resistido las carpas superiores a 15 kilos y los grandes ejemplares de siluro, tal vez el precio pagado por buscar lugares tranquilos, poco masificados y sobre todo limpios, o tal vez  mala suerte o nuestros propios errores, pero a pesar de ello teníamos ganas de probar de nuevo y las ilusiones al 100%.

  Madrugamos bastante, teníamos por delante siete horas de viaje y  la idea era estar  en el pantano con el tiempo suficiente para localizar un buen puesto, y aunque teníamos varias zonas de pesca localizadas de antemano, el alto nivel del pantano nos impidió llegar a algunas de ellas, decidimos ojear la zona de Chiprana, pues el mal tiempo generalizado y el frió hacían que el pantano estuviera prácticamente desierto, creo que fue por este motivo por lo que decidimos quedarnos allí.

         
        
 La conquista del puesto.

Tras sondear el puesto, encontramos el cauce del rió a unos 110- 120m de nuestra orilla y una profundidad media entorno a los 9,5m. El cebado se compuso de pellet de halibut, frolic y boilies caseros de pescado que acabaron siendo el mejor cebo, dando la mayoría de capturas, incluidos los siluros, esa misma noche a primera hora, sobre las 11,00h sonó la primera alarma en una de mis cañas la mas alejada del campamento, no tuve ocasión de tirar de la caña pues a medio camino se paro la picada, fue en una caña de orilla a unos 30m. Con boilie casero y una malla de PVA. Aun no sabíamos si teníamos pesca en el cebadero, decidimos dormir y esperar que la noche diera algún resultado, fue una noche fría y lluviosa donde no sonó ninguna alarma, tampoco durante el día tuvimos movimiento alguno, solamente  lucipercas,  por lo que decidimos sacar la mayoría de cañas un poquito mas lejos con cebados puntuales con ayuda de la barca, manteniendo alguna en el cebadero de cara a la noche, sobre las cinco de la mañana nos encontramos los tres junto al trípode de Javi, tenia clavada la primera carpa, pese a los nervios y la tiritona logro llevarla a la sacadera, era un buen pez en torno a los 15kg. Decidimos guardarla en un saco de retención  y fotografiarla por la mañana.

         
         
Las primeras capturas

Me gusta mucho remolonear por las mañanas calentito dentro del saco, nunca me levanto el primero, siempre dejo pasar las primeras horas de la mañana sin tocar las cañas, esta “técnica” me funciono una vez más y me dio mi primer pez, otra preciosa carpa muy parecida a la primera, peso 14,7 Kg. frente a los 14,900 de la de Javi, bien ya solo faltaba Zlatko, sabíamos que las picadas serian escasas pero de buenos ejemplares, un par de horas mas tarde, otra vez una de mis cañas que se mantenía en el agua del día anterior arranco, este pez perecía un poco más grande, al final lo fue, aunque solo por unos gramos 15,400.


          

El resto del día lo dedicamos a pescar luciopercas, esperando que la noche nos trajera de nuevo las tan ansiadas picadas, esta vez le toco el turno a Zlatko, al principio no sospechamos nada, pero a los pocos segundos nos dimos cuenta que lo que había al otro lado de la línea no era una carpa, las carreras se sucedían constantemente y recuperarle tan solo unos metros de hilo se hacia realmente difícil, pero poco a poco tras veinte minutos de lucha se dejo ver, era un enorme siluro, debido a que el pantano estaba bajando rápidamente de nivel y unas piedras asomaban a la superpie, opte por calzarme el vadeador de Zlatko y entrar al agua a buscarle el pez, al final un siluro de 2,10 metros que fue fotografiado y devuelto al agua, pescado con equipo de carpfising.


           

Esta noche nuestro compañero Javi tuvo también su segunda captura, otra carpa de unos once kilos, y yo mismo por la mañana remoloneando de nuevo obtuve otra captura rondando también los once kilos de peso.

 

           

            

Quedaba la ultima noche por delante, Zlatko tubo su segunda picada y la jugada se repetía, había clavado otro siluro de grandes dimensiones, ahora el nivel del agua había descendido aun más y hacia peligrar la captura, con el vadeador puesto Zlatko opto por dejarme la caña y entrar a trabajar al siluro desde el agua evitando así las peligrosas piedras,  al rato salía arrastrado al pez con una mano y la caña de la otra, este siluro de 1,85m. fue nuestra ultima captura de la sesión, marcada por el frió, la lluvia las escasas  picadas pero con grandes peces y buenos momentos de carpfishing vividos entre amigos.



            
            

          


          

 

 

 


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